¿Cómo afrontar el calor sobre tu bici este verano?

El verano, esa estación que anhelamos durante todo el año ¡por fin ha llegado! y con ella el sol, los chapuzones, el deporte al aire libre y, también ¡los golpes de calor! Si eres deportista y montas en bici durante todo el año sabrás que cuando suben las temperaturas hay que prestar especial atención al mercurio a la hora de pedalear. La ropa adecuada, los accesorios básicos, una buena planificación, evitar las horas centrales del día y, por supuesto, una correcta hidratación pueden marcar la diferencia. 

En Ebike-on nos encanta descubrir nuevos raiders, de esos que no se achantan por unas gotas de lluvia o un poco de calor, pero siempre ¡con precaución! Para que podáis montar en bici con tranquilidad y mucha confianza os ofrecemos algunos consejos muy sencillos que podéis poner en práctica cuando salgáis de ruta en verano. 

1. Hidratación: Es lo más importante para combatir el calor. No salgas sin tu botella de agua o mochila de hidratación. Aunque este consejo puede resultar obvio, hay muchos ciclistas que están tan concentrados en su ruta que se olvidan de beber agua. Hidrátate de manera constante (aunque no tengas sed) o si lo prefieres lleva contigo alguna bebida isotónica que te ayude a reponer las sales y minerales perdidas durante el esfuerzo.
2. Ropa adecuada: Elegir la equipación correcta es fundamental si quieres rendir más en tus rutas veraniegas. A nadie se le ocurre elegir una camiseta térmica cuando el calor acecha pero ¿sabías que una camiseta interior puede ayudar a reducir la temperatura corporal? Hay teorías contradictorias en torno al uso de esta prenda. Hay ciclistas profesionales que siempre la utilizan para mantener seco su maillot y protegerse de los rayos del sol, mientras que hay otros que prefieren ir más ligeros ¿a qué team perteneces tú?. La realidad es que lo más importante es utilizar ropa técnica, diseñada para la práctica del ciclismo, y transpirable, ya que la misión de la prenda será secar el sudor y mantener tu temperatura estable. Además, te recomendamos elegir prendas ligeras y con colores claros que reflejan el calor en lugar de absorberlo.
3. Complementos indispensables:Además de la ropa, hay algunos accesorios de ciclismo que no pueden faltar en tu mochila cuando montas en bici en verano. Por ejemplo, las gafas de sol, un complemento básico que protege tus ojos de los rayos UV, de las partículas del ambiente y evita que se canse tu vista. Otro complemento fundamental son los guantes de ciclismo de verano, diseñados para asegurar el agarre y evitar la sudoración de tus manos. Y ¿qué pasa con los calcetines? Siempre hay que elegir los grosores más finos y fabricados con materiales transpirables porque ayudan a absorber y evaporar el sudor, manteniendo tus pies secos. Tampoco olvides un pañuelo debajo del casco que cubra tus orejas para evitar quemaduras solares e incluir algo de comida como frutos secos, fruta o una barrita energética en tu mochila. Si sufres una pájara montando en bici ¡lo agradecerás!
4. Planificación:Antes de salir por la puerta de casa con tu bici planea la ruta que quieres seguir. Cuando las temperaturas son elevadas no es momento de investigar sino de ejecutar. Elige caminos protegidos del sol y, en la medida de lo posible, que recorran zonas frescas como ríos o arroyos. Salir conociendo tu trayecto te permitirá dosificar las fuerzas y el agua porque si tienes que pedalear más de la cuenta con calor extremo ¡tu entrenamiento se convertirá en una auténtica pesadilla!
5. Comidas ligeras:Diseña una dieta variada y equilibrada que te aporte los nutrientes necesarios para afrontar una ruta en bici. No te recomendamos comer una fabada antes de montar en bicicleta, es mucho mejor elegir una ensalada completa, un gazpacho fresco o frutas variadas. Comidas con las que te sentirás ligero y con fuerza para realizar un esfuerzo bajo el sol del verano. 
6. Horarios correctos:Sabemos que muchos de vosotros montáis en bici cuando las circunstancias os lo permiten. El trabajo, la familia, los compromisos… son muchos los factores que influyen en los horarios deportivos. Pero si eres de los afortunados que pueden elegir cuándo montar en bici, te recomendamos evitar las horas centrales del día y optar por las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando el sol está más bajo y el ambiente es más fresco. 
7. Ritmos moderados: No es momento de hacerte el valiente. El verano es para mantenerse en forma pero siempre con calma. Realiza entrenamientos de intensidad moderada o baja que te permitan estar en forma pero sin llegar a tu límite. Adopta un ritmo cómodo y constante, es decir, una buena cadencia de pedaleo pero sin grandes esfuerzos. Presta atención a las señales de fatiga y reduce la intensidad si es necesario ¡mejor prevenir que curar! 
8. Protección solar:No pienses que por estar practicando ciclismo el sol no va contigo. Proteger la piel de los rayos UV es fundamental. Lleva contigo siempre un protector solar con un factor de protección alto (50 FPS) y si es específico para deportistas ¡mucho mejor! Su textura ligera y rápida absorción evitará que entre en tus ojos o favorezca la sudoración. Aplica la crema antes de salir de casa por tu cara, orejas, cuello, brazos y piernas y renueva la protección solar con frecuencia, especialmente si sudas en exceso. Para tus labios utiliza un bálsamo específico que los hidrate y evite quemaduras. Además, siempre es conveniente elegir ropa específica, que cubra la mayor parte de tu cuerpo, diseñada con materiales que garanticen protección UV.  
9. Descansos: No tengas prisa y disfruta del camino. Cuando el termómetro está que arde hay que tomarse los entrenamientos con calma. Por eso, planifica tus rutas por zonas que cuenten con áreas de descanso donde puedas hacer una parada técnica, comer algo e hidratarte durante unos minutos. Moja tu cuello y extremidades para mantenerte fresco durante más tiempo y ¡Alehop! ya estás listo para seguir pedaleando. 
10. Recuperación: En el ciclismo siempre hay una fase previa, la intermedia y, por supuesto, la final. Con esta última nos referimos a ese momento en el que bajas de tu bici, te quitas las zapatillas de ciclismo y guardas tu bicicleta en el garaje. ¡Aquí no termina tu entrenamiento! es el momento de recuperar. Hidrátate al llegar a casa, come algo y estira tus músculos ¡evitarás lesiones! Además, no olvides la importancia de descansar adecuadamente. Dormir es reparador y te ayudará en la recuperación muscular y regeneración celular. Así que ya sabes, ahora toca ¡descansar!